Toda celebración, lo reconoce cualquier mortal, implica festejar la vida: un nuevo año, una nueva floración o cosechas, nacimientos simbólicos o reales. Sin embargo, en México, se festeja, alegremente entre el 31 de octubre y el 2 de noviembre de cada año, el Día de los Muertos. En la antigua China, en los aniversarios de las muertes de los seres cercanos, se quemaba incienso, se encendían candelas y colocaban ofrendas de alimentos sobre adornados altares. En América, estos acontecimientos tomaron carácter de fiesta. El día de los muertos está vinculado con el calendario agrícola prehispánico: se celebra cuando comienza la cosecha. Era el primer gran banquete después de la temporada…