A principios de Marzo, todos los días y las noches, en algunas ciudades y pueblos de la Comunidad Valenciana (España), y en especial en Valencia son una fiesta continua. Son las famosas Fallas de Valencia, fiesta de Interés Turístico Internacional. Las Fallas de Valencia me emocionan, una multiutd de gente y de colores y de pronto una música ensordecedora, que como toda buena música te hace estremecer. El aire huele a pólvora y el cuerpo vibra al compás del estruendo.
Los festejos reúnen varios aspectos que identifican su cultura y tradiciones: el fuego, la música, la pólvora, y la calle.
En las fallas toda la picaresca, la crítica y la ironía se manifiesta en los monumentos, de tal suerte que, al quemarlos, imaginariamente todos los males y problemas se hacen humo y cenizas.
Desde que la pólvora y la pirotecnia fueron introducidas por los musulmanes en la península ibérica, siempre se han mantenido ligadas a las festividades valencianas. Y ya que las fallas son sus más representativas celebraciones, no pueden faltar.
Son típicas las mascletá (mascletà) que consisten en disparos pirotécnicos que forman una composición muy ruidosa y rítmica que se hacen en plazas y calles, generalmente de día.
A diferencia de los fuegos artificiales que son un regalo para la vista, las mascletás estimulan el cuerpo con sus potentes ruidos rítmicos, aunque no descuidan lo visual. Hay quienes consideran estos ruidos «musicales» con su sostenido «increscendo». Son las preferidas de los valencianos y muchos visitantes no logran entenderlas. Para apreciarlas es necesario estar próximos al lugar en donde explotan, ya que no es cuestión de ver, sino de sentir y oír.
Durante la semana fallera el espectáculo de petardos y fuegos artificiales tiene lugar en la Plaza del Ayuntamiento, en el centro de la ciudad, pero algunas comisiones falleras disparan mascletaes junto a sus casales.
Las Fallas Valencianas o fiestas josefinas o festes de Sant Josep se celebran en honor a San José, patrono de los carpinteros. De orígenes sencillos, consistía en una simple quema de desechos de las carpinterías. Pero la creatividad valenciana le ha otorgado todos los rasgos que la hacen tan famosa y singular.
El término Falla deriva del latín Facula (Antorcha) palabra utilizada tanto para las antorchas que iluminaban las tiendas de campaña como las usadas para iluminar fiestas. Con posterioridad este término hace referencia a las hogueras que se hacían en fiestas. La víspera de San José se encendían hogueras y esa práctica ritual de llamaba Falla y encuentran su origen en el ritual pagano del culto al fuego que anunciaba la llegada de la primavera y era propiciatorio de la fertilidad.
En el S.XVIII algunas de las fallas que se encendían en Valencia no sólo hogueras sino monumentos satíricos y picarescos en los que se exponían y se quemaban simbólicamente, personas y situaciones de la realidad. En la actualidad fallas son las construcciones artísticas que representan figuras conocidas como ninots y composiciones de elementos realizadas en materiales combustibles. Un ninot es una figura que representa a un humano, y son los precursores de las actuales fallas.
Los ninots generalmente se ubican en la base de las Fallas y Hogueras de San Juan. Son carácter crítico, aparecen en los monumentos falleros o foguerers y arden en la noche del 19 de marzo.
Los «ninot indultat» son los que por elección popular o personal se salvan. Los premios no son una recompensa material, sino sólo la satisfacción y el orgullo por el premio logrado, que se mostrará con un banderín sobre la falla hasta el día de la cremà.