Santa María del Azogue de Benavente
España

Benavente y la belleza de sus valles

Esta localidad de la Comunidad de Castilla y León, perteneciente a la provincia de Zamora y situada próxima a los ríos Esla y Órbigo. Debido a su situación geográfica en el noroeste peninsular y su condición de ciudad interior, tiene un clima continental de inviernos bastante fríos con predominio de heladas y veranos secos y cálidos, aunque no extremos. Desde antiguo ha sido un importante cruce de caminos por lo que posee una completa red de comunicaciones, así por carretera está situada la misma A-6, Autovía Madrid-Coruña que comunica el centro y sur peninsular con Galicia. La A-66, Autovía de la Plata, la comunica con León capital y hacia el sur con otras ciudades como Salamanca, extremadura y Andalucía. La A-52 la comunica con Galicia por la parte de las Rías Bajas y la N-630 que la une con la costa cantábrica. El aeropuerto más próximo es el de León y por ferrocarril la estación más cercana es Zamora.

Benavente es un importante núcleo de comunicaciones en torno a las vegas del Esla, el Cea y el Órbigo. De origen antiguo, fue señorío de los Alonso Pimentel. La embellecieron con distintas obras artísticas. De su castillo-palacio, sólo subsiste la Torre del Caracol, del siglo XVI, hoy unida al Parador de Turismo. En el Hospital de la Piedad hay una Virgen gótica del siglo XIII. Benavente tiene dos iglesias románicas: San Juan del Mercado, de los siglos XII y XV, y Santa María del Azogue, que es de gran tamaño, con esculturas góticas en su interior. Su Ayuntamiento es neoclásico. La gastronomía ofrece productos de huerta, apetitosas carnes y truchas de su entorno. Muy popular es la Fiesta del Toro Enmaromado.

Debido a su estratégica situación geográfica y su fértil entorno entre dos ríos, Esla y Órbigo, Benavente y su comarca han sido un lugar muy atractivo para el asentamiento humano desde la antigüedad. Antes de la llegada de los romanos, ocuparon la zona los Brigecienses, astures que dieron a la ciudad el nombre de Brigecio. Tras la caída de Roma, pasan por esta comarca suevos y visigodos. Del periodo musulmán no se tiene documentación y tras la reconquista comienza un periodo de repoblación convirtiéndose en un importante ciudad cristiana durante la Edad Media unida a la construcción de monasterios y a la celebración de eventos históricos. En el año 1164, Fernando II le concede Fuero propio y se celebra el Convenio de Benavente que unía los reinos de Castilla y León.

Durante el resto del periodo medieval fue objeto de asedios fruto de conflictos bélicos y políticos que cesan en el reinado de los reyes católicos. Las malas cosechas y condiciones de vida traerían como consecuencia un retroceso que se paliaría ya en el siglo XVIII con la llegada de los Borbones. El siglo XIX comienza de manera desastrosa para la ciudad ya que fue arrasada durante la guerra de la independencia. Con la nueva división administrativa de 1833 se incorpora a la provincia de Zamora y comienza a recibir un empuje modernizador con la creación de infraestructuras y la llegada del ferrocarril que se prolonga hasta la Guerra Civil, tras la cual, cae en una recesión económica importante que genera un éxodo de población a zonas de mayor auge. Hoy día es una próspera ciudad donde se ubican varios polígonos industriales, punto vital de comunicaciones y centro de servicios y capital de su comarca.

Fiestas de Benavente

Las Fiestas de la Veguilla son las fiestas patronales de la localidad y se celebran en honor de la virgen de la Vega el segundo lunes tras el Domingo de Resurrección. Tienen lugar todo tipo de actos, bien religiosos como procesiones y misas, bien más festivos como verbenas y bailes. En estas fiestas se solicita el toro enmaromado al alcalde el cual se celebrará la víspera del Corpus y consiste en agarrar al toro por las astas mediante cuerdas. Este acto lo realizan los mozos del pueblo. Semana Santa con el rigos y sobriedad que caracterizan esta festividad en Castilla. Destaca la procesión de la virgen articulada que tiene lugar el Domingo de Resurrección. También se desarrollan en la localidad eventos de carácter cultural como la Feria del Libro, primer fin de semana de agosto, o de tipo gastronómico y comercial como la Feria del Pimiento y Productos de la Tierra celebrada el último fin de semana de septiembre o Las Ferias de septiembre, al principo de mes, dedicada a la artesanía y cerámica.

La comarca de Los Valles de Benavente es muy abundante en impresionantes y bellas estampas naturales y paisajísticas donde se entremezclan cultura, tradición, y respeto de la mano del hombre por aquello que le ha dado de comer y mantener a los suyos: el campo, rios y montes.

Historia

La envidiable y estratégica posición de Benavente, atrajo ya desde tiempos remotos a diferentes pueblos que se asentaron en la zona. Antes del inicio de nuestra Era, la comarca tenía ya entidad definida, estando habitada por la tribu o gentilidad astur de los brigecienses, cuyo centro Brigencio aparece citado en el itinerario romano de Antonino. Por lo que forma parte de la conocidad Ruta de la plata o Vía de la plata, que atraviesa España de norte a sur.

A mediados del s.XII aparece con el nombre de Malgrat y vinculada al proceso de reploblación del territorio emprendido por los monarcas leoneses.

Fernando II, el gran benefacor de Benavente, le concede Carta Foral en 1167.

En 1230 es escenario del llamado «Convenio de Benavente» mediante el que se unen las coronas de los reinos de León y Castilla en la persona de Fernando III. Posteriormente recibirá númerosos privilegios reales, apareciando Benavente con frecuencia en las crónicas castellanas.

Durante el reinado de Enrique III en 1338, Benavente y su tierra es entregada a título de condado al caballero portugués Don Juan Alfonso Pimentel, quien sería tronco de dinastía nobiliaria que se mantendría vinculada al lugar hasta el s.XIX, siendo así que la historia de la ciudad se confunde a menudo con la de sus señores.

En las últimas décadas el intenso desarrollo de la agricultura, la industria, el comercio y las comunicaciones, han hecho que la ciudad se extienda y mejore constantemente a tono con su papel de centro urbano de una extensa comarca.

El románico de Benavente

Benavente cuenta con  algunos monumentos muy peculiares dentro del románico zamorano.

Entre estos monumentos encontramos la Iglesia de Santa Marta de Tera, la Iglesia de San Juan Del Mercado de Benavente, y la Iglesia de Santa María la Mayor o del Azogue de Benavente todas estas construcciones datan de los siglos XI y XII.

Santa María del Azogue de Benavente

Santa María del Azogue es una Iglesia situada en el corazón de la ciudad de Benavente y su nombre denota la proximidad al mercado medieval.

Santa María del Azogue fue iniciada en estilo románico, a partir de 1180, en tiempos del reinado de Fernando II, pero continuada en siglos posteriores, dada la interrupción de las obras.

Lo más interesante es la monumental cabecera formada excepcionalmente por cinco ábsides rítmicamente escalonados precedidos por presbiterios profundos.

Su articulación a base de columnas  e impostas se engalana con ventanales de arco de medio punto sobre columnillas. La cornisa es achaflanada y gravita sobre un friso de arquillos trebolados que apean sobre ménsulas piramidales.

Los hastiales del crucero se abren con sendas portadas de riquísima decoración, sobre todo la meridional que incorpora un tímpano con el cordero místico rodeado por cuatro ángeles, siguiendo la estela del conocido de San Isidoro de León.

Santa María del Azogue de Benavente

No cabe duda, por tanto, que Santa María del Azogue de Benavente es una de las iglesias tardorrománicas castellanas de mejor porte y agradable de visitar.

Santa Juan de Benavente

Benavente tenía otros muchos restos románicos pero lamentablemente la incuria pasada ha acabado con ellos, salvo la magnífica iglesia de San Juan del Mercado.

La iglesia de San Juan de Benavente es un buen templo románico iniciado en 1181 bajo la tutela de la Orden Hospitalaria de San Juan, tiene tres naves y tres ábsides de semitambor con ventanales de decoración jaquesa.

Tres portadas se abren en los muros exteriores. La principal es la del costado meridional gracias a su riqueza escultórica. El tímpano muestra la escena de la Adoración de los Reyes Magos. En el resto de la portada aparecen escenas relacionadas con la Natividad de Jesucristo, como la Estrella de Belén o los Magos ante Herodes.

Las arquivoltas son soportadas por tres parejas de columnas que en su parte superior tienen adheridas estatuas de bulto casi redondo que representan profetas.

Las mochetas de la puerta son la cabeza de un bóvido y un ángel ya casi gótico, con el Evangelio de San Mateo con la inscripción de las primeras palabras del mismo.

Las otras dos portadas (occidental y septentrional) son más sencillas, sin tímpano, destacando la decoración de tipo esquemático a base de lóbulos y entrelazados.

Santa Juan de Benavente

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