Sevilla, como toda España, guarda sitios que nos conmueven al igual que lo hicieron nuestros abuelos y padres.
El viaje comienza al planificar si predominará el paseo por la zona rural, las sierras (norte o sur), si pensamos montarnos en una bicicleta, hacer senderismos, paseos por la ciudad, pegarse un chapuzón en la piscina o la imperdible visita de Semana Santa.
Sierra Norte
El pueblito de Guadalcanal, con sus calles pintorescas resulta un lugar muy grato de ver. Está en la Sierra Norte de Sevilla entre las sierras del Agua y del Viento.
El paisaje está tachonado de olivares y sierras, muy atractivo, tanto como sus monumentos y sus habitantes.
El clima es muy benigno, sus veranos no son agobiantes y siempre hay eventos y fiestas en las que participar. En los meses de verano, la piscina municipal invita a una jornada de agua y relax. Sobre el final de agosto, llega su feria.
Las festividades de Semana Santa, son declaradas de interés turístico y cultural y su faa le ha dado el nombre de la Semana santa Chica de Sevilla. Podrá entenderse que el apelativo de «chica» lo recibe de que es un pueblo de menos de 5.000 habitantes, pero la celabración es muy sentida y llegan de todas partes para asitir a ella.
El Paso del Corpus también renace en interés, por los adornos florales que se suelen ver. En la romería de abril, la Patrona de Guadalcanal, la Virgen de Guaditoca, viene de su ermita a Guadalcanal a hombros de sus romeros y en septiembre vuelve a su ermita.
Si la cosa pasa por lo gastronómico, si bien no hay sitios destacados, todos son buenos y se pueden comer buenos serranitos montados, unos chipirones, las típicas tapas y sus setas que son muy apreciadas. de todas formas, hay casi más bares por ver que habitantes.
Para llevar hay productos dulces: hojaldres, rococós, gañotes, perrunillas, tortas de chicharrones y lo bien típico del lugar: la chacina. Los embutidos ibéricos de calidad.
Para ver en Semana santa está la Plaza de España, frente a la iglesia de Santa María de la Asunción.
Lo que se lleva en el recuerdo son sus calles y sus casas antiguas llevan gran encanto. La torre mudejar de la iglesia Santa maría y la iglesia de Santa Ana.